domingo, 6 de marzo de 2011

Otra vez, un franco 14 pesetas

Nadie emigra solo por aventura. Se emigra por necesidad. Así lo cuenta con excelencia mi compañera de La Voz, María Cedrón, que viajó hasta Suiza para constatar que jóvenes gallegos están llegando allá. Es un goteo imparable. Se van para buscarse la vida como hicieron sus padres hace medio siglo. La historia es tozuda. Pero mejor que hablen ellos: «Había noites que non durmía porque no vía futuro; aquí velo». De camionero para Sogama en Cerceda a trabajar en la hostelería en Ginebra, por ejemplo. O esa chica de Tordoia que le confiesa a la periodista. «Na casa dinme que aguante aquí. Aquí gañas ben». Esa es la cruda realidad que no quieren ver los políticos con su lenguaje de extraterrestres. En Suiza hay casi 36.000 gallegos. Y en un año ese goteo sumó otros seiscientos. El reclamo es claro: en Galicia, un paro de casi el quince por ciento; en Suiza, un paro de menos del cuatro por ciento. Les dejo con Castelao y ese emigrante encamado que le dice a su madre: «Eu non quería morrer alá. ¿Sabe, miña nai?». O mucho mejor aquella frase de pegada contundente, también de Castelao: «En Galiza, non se pide nada. Emígrase». Tremendo.

Artículo recogido del periódico La Voz de Galicia, del pasado 6 de Marzo de 2011.

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